Los autores de la Escuela de Frankfurt creen que las condiciones de vida de las sociedades modernas, capitalistas, generan prácticas sociales, posturas o estructuras de personalidad que se reflejan en una deformación patológica de nuestras facultades racionales. Es este tema el que conforma la unidad de la Teoría Crítica en la pluralidad de sus voces: por heterogéneos que sean los trabajos enmarcados en ella, siempre apuntan al objetivo de indagar las causas sociales de una patología de la racionalidad humana. Hoy, cuando por el imperativo de una profesionalización sin objeto, el lazo entre la filosofía y el análisis de la sociedad amenaza romperse definitivamente, la Teoría Crítica,la cual escribe nuestro amigo Honneth, representa un desafío saludable.seguir desarrollándola significaría investigar otra vez, tomando en cuenta las innovaciones teóricas, si la organización específica de nuestras prácticas e instituciones sociales no conlleva un menoscabo del potencial de la razón humana.
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